DIEGO MARTÍNEZ BARRIO
(1883 - 1962)
Calle Lirio nº 9
Tipógrafo de oficio,
periodista y político de profesión Diego Martínez Barrio fue Presidente (con
carácter interino) de la II República Española y Presidente en el exilio desde
1945 hasta 1962.
Comenzó a trabajar desde muy niño como aprendiz en una panadería y después en un taller de imprenta donde desarrollaría su oficio de tipógrafo, si bien ejerció otros empleos de índole diferente.
Siempre mostró gran interés por los asuntos políticos y sociales, fue un gran lector, adquirió una formación autodidacta y publicó su primer artículo a los diecisiete años.
A lo largo de su vida fundó varias publicaciones de índole social y política entre las que cabe destacar el semanario El Pueblo, que comenzó a imprimir en el pequeño taller de imprenta de su propiedad dedicado a trabajos comerciales.
Durante su servicio militar fue acusado, encarcelado y procesado por el supuesto delito de tentativa de rebelión del que fue puesto en libertad sin cargos.
Desde 1908 fue miembro de la masonería, reorganizó las logias de Sevilla y llegó a alcanzar el grado de Gran Maestre del Gran Oriente Español en 1931. El Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le condenó en rebeldía, durante su exilio en Méjico, a 30 años de reclusión mayor.
Próximo a los movimientos anarquistas en su juventud fue evolucionando hacia la democracia republicana. Presidió en Sevilla el partido Republicano Radical, partido que se integraría en 1934 en el denominado Unión Republicana. En 1910 fue elegido Concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y reelegido en 1920. Diputado en Cortes en dos legislaturas: 1931 y 1936. Desempeñó varias carteras de ministro, fue Presidente del Gobierno en dos ocasiones y Presidente de las Cortes Españolas en otras dos.
El presidente de la República le encomendó en Julio de 1936 la formación de un gobierno de conciliación nacional con el fin de evitar el enfrentamiento armado. A pesar del apoyo recibido de partidos de muy diferente signo político sus negociaciones con los militares rebeldes no tuvieron éxito y comenzó la guerra.
En Noviembre del mismo año tanto el Gobierno como las Cortes se trasladaron a Valencia, donde la Cámara, bajo su presidencia, se reunió en algunas ocasiones durante la contienda y en Febrero de 1939, tras presidir en Figueras la última sesión de las Cortes de la Segunda República, se unió a la ingente marea de españoles que cruzaban a pie la frontera con Francia buscando refugio en el país vecino.
En el mes de mayo partió hacia el exilio y, tras unos meses en Cuba, en Octubre del mismo año estableció su residencia en Méjico. Presidió la Junta Española de Liberación, visitó otros países iberoamericanos para recabar el apoyo a la República Española y en 1945 fue designado presidente de la Segunda República Española en el exilio, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento.
Regresó a Francia tras finalizar la II Guerra Mundial y fijó su residencia en París desde donde trabajó continuamente para conseguir que los gobiernos demócratas vencedores de la contienda reconocieran tanto los derechos de la República Española como la ilegitimidad del régimen establecido.
Falleció en 1962. Sus restos fueron trasladados a Sevilla en el año 2000 y, atendiendo a los deseos expresados en su testamento, fueron inhumados en el cementerio municipal San Fernando. El Ayuntamiento de la ciudad erigió un sencillo panteón para "honra de su memoria", según consta en la lápida, publicó su obra Palabra de Republicano y rotuló una avenida con su nombre.
Enlaces relacionados:
https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Mart%C3%ADnez_Barrio
https://dbe.rah.es/biografias/11859/diego-martinez-barrio
Referencias
bibliográficas:
—LA FORJA DE UN REPUBLICANO: DIEGO MARTÍNEZ BARRIO (1883-1962) Leandro Álvarez Rey. Ayer-Revista de Historia Contemporánea. 2000.
(1883 - 1962)
Calle Lirio nº 9
Comenzó a trabajar desde muy niño como aprendiz en una panadería y después en un taller de imprenta donde desarrollaría su oficio de tipógrafo, si bien ejerció otros empleos de índole diferente.
Siempre mostró gran interés por los asuntos políticos y sociales, fue un gran lector, adquirió una formación autodidacta y publicó su primer artículo a los diecisiete años.
A lo largo de su vida fundó varias publicaciones de índole social y política entre las que cabe destacar el semanario El Pueblo, que comenzó a imprimir en el pequeño taller de imprenta de su propiedad dedicado a trabajos comerciales.
Durante su servicio militar fue acusado, encarcelado y procesado por el supuesto delito de tentativa de rebelión del que fue puesto en libertad sin cargos.
Desde 1908 fue miembro de la masonería, reorganizó las logias de Sevilla y llegó a alcanzar el grado de Gran Maestre del Gran Oriente Español en 1931. El Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le condenó en rebeldía, durante su exilio en Méjico, a 30 años de reclusión mayor.
Próximo a los movimientos anarquistas en su juventud fue evolucionando hacia la democracia republicana. Presidió en Sevilla el partido Republicano Radical, partido que se integraría en 1934 en el denominado Unión Republicana. En 1910 fue elegido Concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y reelegido en 1920. Diputado en Cortes en dos legislaturas: 1931 y 1936. Desempeñó varias carteras de ministro, fue Presidente del Gobierno en dos ocasiones y Presidente de las Cortes Españolas en otras dos.
El presidente de la República le encomendó en Julio de 1936 la formación de un gobierno de conciliación nacional con el fin de evitar el enfrentamiento armado. A pesar del apoyo recibido de partidos de muy diferente signo político sus negociaciones con los militares rebeldes no tuvieron éxito y comenzó la guerra.
En Noviembre del mismo año tanto el Gobierno como las Cortes se trasladaron a Valencia, donde la Cámara, bajo su presidencia, se reunió en algunas ocasiones durante la contienda y en Febrero de 1939, tras presidir en Figueras la última sesión de las Cortes de la Segunda República, se unió a la ingente marea de españoles que cruzaban a pie la frontera con Francia buscando refugio en el país vecino.
En el mes de mayo partió hacia el exilio y, tras unos meses en Cuba, en Octubre del mismo año estableció su residencia en Méjico. Presidió la Junta Española de Liberación, visitó otros países iberoamericanos para recabar el apoyo a la República Española y en 1945 fue designado presidente de la Segunda República Española en el exilio, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento.
Regresó a Francia tras finalizar la II Guerra Mundial y fijó su residencia en París desde donde trabajó continuamente para conseguir que los gobiernos demócratas vencedores de la contienda reconocieran tanto los derechos de la República Española como la ilegitimidad del régimen establecido.
Falleció en 1962. Sus restos fueron trasladados a Sevilla en el año 2000 y, atendiendo a los deseos expresados en su testamento, fueron inhumados en el cementerio municipal San Fernando. El Ayuntamiento de la ciudad erigió un sencillo panteón para "honra de su memoria", según consta en la lápida, publicó su obra Palabra de Republicano y rotuló una avenida con su nombre.
https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Mart%C3%ADnez_Barrio
https://dbe.rah.es/biografias/11859/diego-martinez-barrio
—LA FORJA DE UN REPUBLICANO: DIEGO MARTÍNEZ BARRIO (1883-1962) Leandro Álvarez Rey. Ayer-Revista de Historia Contemporánea. 2000.
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