(ENRIQUE NÚÑEZ NARANJO)
(1902 - 1971)
Calle San Jacinto nº 7
El diccionario de la RAE describe soldado de Pavía como "Tajada de bacalao frito rebozado con huevo y harina".
Tanto su nombre como su origen están confusos. Hay quien asegura que se debe al general Pavía, mientras que otras fuentes mantienen que fue el uniforme de los soldados con una banda roja sobre la casaca lo que le da el nombre, e incluso existe otro grupo que sostiene que obedece a la tropa del regimiento de Pavía que solía acudir a una taberna de Madrid próxima al cuartel a consumir esas frituras de bacalao.
Sea cual fuere el origen, el caso es que en Sevilla los soldaditos de Pavía eran un clásico en los puestos de masa frita o calenterías (en Sevilla se denominaban calentitos o calientes a los churros y todavía hay quien los llama así) y su máximo creador fue Enrique Núñez Naranjo que adquirió justa fama en su modesto establecimiento de la calle San Jacinto, esquina a Valladares, donde a lo largo de cincuenta años atendió a su numerosa clientela, no solo del barrio sino de diversos lugares de Sevilla que cruzaba el río en busca de tan acreditado producto.
Enrique nació y murió en esta casa, fue un trabajador incansable, gozó del afecto de sus vecinos a los que en momentos de apuro supo ayudar con generosidad y su popularidad siempre revirtió en su querida Triana.
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