FEDERICO DE CASTRO


FEDERICO DE CASTRO
(1834 - 1903)
Calle Cuna nº 2
 
La singularidad de este azulejo reside en que dio nombre temporalmente a una calle que desde el siglo XVI era conocida como "de la Cuna" y el Ayuntamiento de la ciudad la rotuló en 1903 como "Federico de Castro". Esta denominación tan sólo duró treinta y cinco años, pues en 1938 la corporación municipal tomo el acuerdo de restituirle el primitivo, que actualmente conserva, pero, sin embargo, dejó el azulejo con el nombre del insigne catedrático.
Federico de Castro y Fernández nació en Almería, realizó allí sus estudios primarios y a los diez años se trasladó a Sevilla donde cursó Bachillerato e inició su formación universitaria que continuaría en Madrid donde obtuvo las licenciaturas Filosofía y Derecho.
Tras las licenciaturas ejerció la docencia en institutos de Logroño y Huelva, presentó su tesis doctoral en Madrid en 1861 y ese mismo año obtuvo la cátedra de Metafísica de la Universidad de Sevilla, donde, además, desempeñó las de Historia de España, Historia Crítica de España y ocupó los cargos de Decano de la Facultad de Filosofía y rector.
Durante su estancia en Madrid en su etapa universitaria tomó contacto con el Círculo Krausista y fue discípulo de Julián Sanz del Río, introductor del krausismo en España. En la segunda mitad del siglo XIX la intelectualidad sevillana era un hervidero de nuevas tendencias filosóficas con relevantes personalidades académicas en la filas krausistas, como los catedráticos: Sales y Ferré, José Barnés y Tomás, Machado Núñez, Machado Álvarez (Demófilo) y, sobre todo, el propio Federico de Castro que sostuvo duras y continuas polémicas con el Catedrático de Teología y Canónigo de la Catedral Francisco Mateos Gago, miembro del conservador partido Integrista.
En 1879 fue fundador del Ateneo Hispalense, junto con Antonio Machado y Núñez y Manuel Sales y Ferré (que a su vez fundaría en 1887 la entidad de la que germinaría el actual Ateneo de Sevilla). Consiguió crear la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras, fue un notable bibliófilo, escribió numerosos libros, discursos y artículos sobre temas diversos: filosofía, historia, derecho, costumbre populares, etc. y tradujo La fuente de la vida, del filósofo andalusí Ibn Gabirol (s. XI) desde la versión latina e importantes obras sobre la España musulmana o la teología brahmánica.
Sus cuarenta y dos años dedicados a la docencia universitaria transcurrieron en Sevilla, donde falleció. Fue tanto el afecto que siempre tuvo de sus alumnos que cuando murió  lo trasladaron a hombros desde la casa mortuoria hasta el cementerio de San Fernando y consiguieron del ayuntamiento que diesen su nombre a una calle de la ciudad.
 
Enlaces relacionados:
https://www.dipalme.org/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturabiografias.xsp?ref=105
https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_de_Castro_y_Fern%C3%A1ndez
http://cibernous.com/autores/federicocastro/teoria/biografia.html
 
Referencias bibliográficas:
— FEDERICO DE CASTRO Y FERNÁNDEZ (1834-1903) FILÓSOFO E HISTORIADOR DE LA FILOSOFÍA. Juan López Álvarez. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. 1984.
— DICCIONARIO HISTÓRICO DE LAS CALLES DE SEVILLA. Ayuntamiento de Sevilla. 1993.
 
  

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