HOSPITAL DE NTRA. SRA. DE LA PAZ



HOSPITAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ
(1574)
Calle Sagasta nº 1
 
Actualmente se denomina Residencia San Juan de Dios y es una residencia concertada gestionada por los Hermanos de San Juan de Dios*, que acoge a personas mayores sin familiares directos, con escasos recursos económicos y que puedan valerse por sí mismas,.
La residencia tiene su entrada por la calle Sagasta, es un edificio de medianas dimensiones y alberga en la actualidad a unos ochenta residentes. Tiene en su interior un patio cuadrado con una fuente de jaspe en el centro y columnas de mármol con arquerías que sustentan una galería con balcones.
El hospital tuvo su origen en el de la Santa Cruz también conocido como de Las Tablas, que estuvo situado en las inmediaciones de la Catedral y fue fundado en 1545 por Pedro Pecador. Una vez constituida la Congregación Hospitalaria y aprobada por Pio V en 1571 se unieron a ella tanto el fundador como todos sus compañeros. El edificio fue expropiado en 1572 para construir la Lonja de Mercaderes, convertido posteriormente en Archivo de Indias. Como consecuencia de ello se trasladó en 1574 a unas casas frente a la iglesia del Salvador, que fueron adquiridas por el capitán y jurado Hernando de Vega para tal fin y donadas a la Congregación, responsabilizándose de toda la gestión el hermano Diego de León, que estuvo a cargo del hospital desde su fundación.
En sus orígenes fundacionales el hospital estaba dedicado a la atención de hombres enfermos incurables, si bien durante algún tiempo, desde sus inicios hasta principios del siglo XVII,  se amplió la asistencia a mujeres en fase terminal y en otro periodo, segunda mitad del siglo XVIII, a la atención de militares como consecuencia del acuerdo suscrito  entre el Gobierno y la orden para que, a cambio de una gratificación que recibiría de la Hacienda Real, fuese atendida la tropa en todos sus hospitales de España.
La gestión económica del hospital estaba basada en los ingresos recibidos como limosna y en las rentas de las donaciones efectuadas por sus benefactores bien en fincas inmobiliarias como rurales. Los recursos disponibles se destinaban tanto a la atención y manutención de los enfermos y de la comunidad como al pago de salarios al personal no religioso: médicos, cocineros, barberos, mozos, etc.
Sobre la antigua capilla, pequeña y de una sola nave pero con abundantes pinturas, imágenes y retablos, se construyó entre los años 1611 y 1613 la iglesia actual, costeada por donaciones, rentas y limosnas. Se atribuye el proyecto al arquitecto italiano afincado en Sevilla Vermondo Resta, maestro mayor del Arzobispado y fue llevado a cabo por Andrés de Oviedo, sevillano, también arquitecto y maestro mayor del cabildo secular.
La iglesia, con dos torres-campanario, tiene su fachada en la plaza del Salvador y en la misma destacan tres hornacinas con la imágenes de la Virgen de la Paz, San Juan de Dios y San Agustín.  El interior está compuesto por tres naves separadas por columnas de mármol blanco. En la nave central, de dimensiones superiores a las laterales, se encuentra el altar mayor construido en el siglo XVIII y presidido por una imagen de la Virgen de la Paz del siglo XVI. El crucero está rematado por una cúpula con linterna y sobre el cancel de entrada se encuentra el coro.
Cuenta con un valioso patrimonio artístico entre los que destacan el San Carlos Borromeo de Juan de Mesa, el Arcángel San Rafael y el San Andrés atribuidos a Martínez Montañés y Francisco de Ocampo respectivamente.
El terremoto de 1755, conocido como el de Lisboa, produjo grandes daños en Sevilla y entre las edificaciones afectadas estuvieron tanto el hospital de Ntra. Sra. de la Paz como su iglesia, cuyas torres sufrieron importantes derrumbes y fueron reparadas por el arquitecto sevillano Matías J. de Figueroa.
A pesar de las difíciles circunstancias acaecidas a lo largo del siglo XIX el hospital siempre tuvo sus puertas abiertas. Durante los dos años (1810-1812) que Sevilla estuvo dominada por el ejército francés, que tanto daño ocasionó a los conventos e iglesias de la ciudad, se siguió atendiendo a los enfermos y no se interrumpió el culto en la iglesia, durante este periodo el Hospital de San Hermenegildo, conocido popularmente como del Cardenal, se ocupó de la gestión y administración hasta 1815, fecha en que fue recuperado por la orden, que se dedicó a reparar los desperfectos y expolios. En 1820 con la supresión de la órdenes religiosas y en 1836 con la desamortización de Mendizábal el  Ayuntamiento de la ciudad tuvo una decisiva posición de ayuda a la institución hospitalaria. La refundación de la orden llevada a cabo en el último cuarto del siglo propició la integración a la misma de todos los hermanos procedentes de la antigua congregación.
En 1978 se procedió al cierre del edificio debido a su ruinoso estado de conservación. Las obras de reconstrucción, llevadas a cabo por el arquitecto Rafael Manzano, duraron hasta 1989 y reinició su actividad bajo la denominación actual de Residencia de San Juan de Dios.
Está catalogado como monumento BIC (Bien de interés cultural) desde el año 1982.

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Referencias Bibliográficas:
— LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ. ORDEN DE SAN JUAN DE DIOS. Francisco Manuel Delgado Aboza. Diputación Provincial. Sevilla 2019.
— BREVE HISTORIA DE LOS ESTABLECIMIENTO BENÉFICOS EN SEVILLA DESDE SU FUNDACIÓN HASTA 1900. María del Carmen Giménez Muñoz. Universidad de Sevilla. 1998.
— EL SISTEMA DE LA HOSPITALIDAD PÚBLICA EN LA SEVILLA DEL ANTIGUO RÉGIMEN. Juan Ignacio Carmona García. Diputación de Sevilla. 1979.

* SAN JUAN DE DIOS. Joao Cidade Duarte nació en Portugal en 1495. A los ocho años vino a España donde trabajó de pastor, participó en dos guerras como soldado y se estableció como librero en Granada. Estuvo ingresado en el Hospital Real y durante su estancia decidió dedicar su vida a la ayuda de los desvalidos pobres y enfermos, para lo que consigue limosnas, donaciones y la valiosa ayuda de varios seguidores con los que funda cuatro hospitales en la ciudad y la Fraternidad Hospitalaria, germen de la futura Orden que más de veinte años después de su muerte sería aprobada como Congregación Hospitalaria por el papa Pio V en 1571. El presidente de la Chancillería de Granada y Obispo de Tuy, le concedió el uso de hábito y le dio el nombre de Juan de Dios, con el que continuaría hasta su fallecimiento en 1550 y con el que posteriormente fue beatificado en 1630 y canonizado como San Juan de Dios en 1690.

 

 

 


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