Luis MONTOTO


 



LUIS MONTOTO Y RAUTENSTRAUCH
(1851 - 1929)
Calle Mateos Gago nº 21

En esta casa de la calle Mateos Gago, vivió Luis Montoto y Rautenstrauch la última parte de su vida; poco después de su fallecimiento el Ayuntamiento de la ciudad mandó colocar esta lápida, que se conserva en muy mal estado, con el siguiente texto: NO8DO / EN ESTA SV CASA MORADA FALLECIÓ / EL DIA 30 DE SEPTIEMBRE DE 1929 / EL EXCMO. SR. D. LVIS MONTOTO Y RAVTENSTRAVCH / POETA DEL HOGAR, CANTOR DE LOS MÁRTIRES DEL TRABAJO, / INSIGNE POLÍGRAFO, CRONISTA DE SEVILLA A LA CVAL / CONSAGRÓ SV CORAZÓN Y SV PENSAMIENTO, / ESPEJO DE CABALLEROS Y DECHADO DE  HVMILDAD. / LA CIVDAD DE SEVILLA CONSAGRA ESTE MÁRMOL / A LA GRATA MEMORIA DE HIJO PREDILECTO. / 1929

Vivió con anterioridad en la calle Levíes nº 3, según consta en un paño de azulejos instalado por la Academia Sevillana de Buenas Letras dedicado al recuerdo de su hijo, también escritor, Santiago Montoto de Sedas.

Luis Montoto nació en Sevilla, donde realizó sus estudios primarios y se graduó en Bachiller de Artes a los quince años. Se trasladó a Madrid para cursar la carrera de ingeniería, que abandonó al poco tiempo y regresó a Sevilla en cuya Universidad se licenció en Derecho.

Desde muy joven se sintió atraído por la escritura y antes de terminar la carrera ya era colaborador en el periódico de tendencia liberal La Revolución Española —convertido después en El Español— , si bien Montoto nunca desarrolló una actividad política continuada salvo cuando fue concejal del Ayuntamiento de Sevilla.

 Amante del estudio y conocimiento de las costumbres populares mantuvo una estrecha relación de amistad con Antonio Machado Álvarez "Demófilo" con quien colaboró en la constitución de la Sociedad del Folklore Andaluz en 1881. Realizó numerosos trabajos sobre el lenguaje y las costumbres populares, que fue integrándolos en las diferentes obras literarias que cultivó: novelas, teatro, ensayos, cuentos, etc. En ocasiones utilizó el seudónimo de "Luis Miranda".

Participó activamente en los movimientos culturales de la ciudad y formó parte de diversas asociaciones fundadas para tal fin entre las que cabe destacar el Ateneo y la Academia Sevillana de Buenas Letras, de la que fue nombrado Secretario Perpetuo; en lo profesional ocupó la plaza de Cronista Oficial de la Ciudad y notario del arzobispado de Sevilla; y entre las numerosas distinciones recibidas figuran la Cruz de Oro pro Ecclesia et Pontifice otorgada por el papa Benedicto XV y la Gran Placa de Honor y Mérito de la Cruz Roja Española.

Falleció en Septiembre de 1929 tras una larga y penosa enfermedad y sus restos fueron inhumados, junto a los de su padre, en el panteón que familia posee en una capilla de la iglesia de San Bartolomé.

El Ayuntamiento de Sevilla le dedicó una importante calle de la ciudad y, por iniciativa de los hermanos Álvarez Quintero, construyó una glorieta en el Parque de María Luisa.

 

 

 

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