MARQUÉS DE LA VEGA INCLÁN
(1858-1942)
Callejón del Agua nº 4
(1858-1942)
Callejón del Agua nº 4
Su nombre era Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, nació en 1858 en Valladolid y falleció en 1942 en Madrid. Además de ser militar de carrera y diplomático fue una figura clave en la conservación y promoción del patrimonio cultural y artístico en España durante la primera mitad del siglo XX.
Uno de los principales legados del marqués de la Vega-Inclán es su labor como comisario regio de Turismo, puesto en el que fue nombrado por el rey Alfonso XIII en 1911. Desde esta posición, impulsó el turismo cultural en España, fomentando la restauración y conservación de monumentos históricos y la creación de museos. Su trabajo contribuyó al desarrollo del turismo como una industria incipiente en España, y sus esfuerzos por proteger el patrimonio cultural fueron pioneros en un momento en el que no existía una política sistemática de conservación en el país.
Su relación con la ciudad de Sevilla fue especialmente significativa. A principios del siglo XX, Vega-Inclán se involucró activamente en la restauración y conservación de importantes espacios históricos en la ciudad con el objetivo de devolverles su antiguo esplendor y facilitar su acceso al público. Uno de sus trabajos más importantes en Sevilla fue la rehabilitación del Barrio de Santa Cruz, uno de los más antiguos y emblemáticos de la ciudad. El marqués de la Vega-Inclán impulsó la renovación de este barrio, que había caído en decadencia, con el objetivo de preservar su carácter histórico y convertirlo en un atractivo turístico.
Promovió la creación de La Casa de América, una residencia de estudiantes universitarios e investigadores americanos situada en el edificio vecino a este donde se encuentra la lápida conmemorativa, germen de la actual Escuela de Estudios Hispanoamericanos.
Fue también un firme defensor de la restauración y preservación del Real Alcázar de Sevilla, uno de los palacios más antiguos de Europa todavía en uso, trabajando para asegurar su conservación en tiempos en los que no existían los recursos ni la legislación adecuada para proteger este tipo de monumentos. Convirtió las huertas del Retiro y de la Alcoba en los actuales jardines, la muralla en la Galería de Grutescos, y colocó junto a la Torre del Agua la conocida como puerta de Marchena. Entre las acciones llevadas a cabo en el interior del palacio destaca la restauración del Patio del Yeso, una de las estancias más antiguas del Alcázar, descubierto a finales del siglo XIX.
No sólo dedicó su atención al turismo y la conservación de monumentos, promovió la fundación del Real Patronato de Casas Baratas en Sevilla y en 1915 se construyeron en el Barrio del Porvenir dos bloques con setenta y dos viviendas en total, demolidos en 1970 debido a su estado ruinoso.
El Ayuntamiento de la ciudad le dedicó en 1968 la lápida que figura en la foto y en 1921 rotuló una plaza con su nombre en el Barrio de Santa Cruz.
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