POSTIGO DEL ACEITE




POSTIGO DEL ACEITE
Siglo XII
Calles Almirantazgo / Dos de Mayo / Arfe

El Postigo del Aceite, también conocido como Arco del Postigo, es uno de los tres accesos originales de la muralla de Sevilla que aún se conservan, junto con los de la Macarena y Córdoba, aunque transformados. Se sitúa en el barrio del Arenal, entre las calles Dos de Mayo y Almirantazgo, junto a las Reales Atarazanas y el antiguo Puerto de Indias, en la fachada occidental de la ciudad amurallada, su trazado conectaba el sistema defensivo almohade con la ribera del Guadalquivir, articulando el tránsito entre el interior urbano y la zona portuaria del Arenal.

Su construcción se remonta al año 1107, durante el emirato de ibn Yusuf, y originalmente se conocía como Bad al-Qatay o Puerta de los Barcos, ya que comunicaba la zona portuaria del Arenal con el recinto de la alcazaba almohade. A lo largo del tiempo ha recibido distintos nombres, como Puerta del Aceite o Puerta de la Aceituna en alusión a los productos que llegaban a la ciudad por este acceso.

La puerta era de recodo, como era común en las fortificaciones islámicas, y probablemente incluía una barbacana, según han revelado excavaciones en las Atarazanas. El arco se encontraba flanqueado por dos torres, estructura de la que todavía se conservan restos. A finales del siglo XVI, entre 1571 y 1573, el arquitecto Benvenuto Tortello acometió una profunda reforma bajo la dirección del conde de Barajas, entonces alcalde de Sevilla. Esta intervención, destinada a facilitar el paso de carruajes, implicó la demolición de parte del lienzo de muralla y la ampliación del arco. En la fachada interior se colocó un tondo decorativo con el escudo de la ciudad en relieve y una lápida en su base con el siguiente texto: SIENDO ASISTENTE EN ESTA CIUDAD EL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON FRANCISCO ZAPATA DE CISNEROS CONDE DE BARAJAS Y MAYORDOMO DE LA REINA NUESTRA SEÑORA SE REEDIFICÓ ESTA PUERTA POR MANDADO DE LOS ILUSTRÍSIMOS SEÑORES DE SEVILLA, CON SU ACUERDO Y PARECER. SIENDO OBRERO MAYOR JUAN DIAZ JURADO Y FIEL EJECUTOR. ACABÓSE EN EL AÑO DE 1573

En el siglo XVIII se incorporó una capilla adosada al muro interior derecho del pasaje, dedicada a la Virgen Pura y Limpia. El oratorio presenta un retablo barroco con una imagen de la Inmaculada Concepción, atribuida al círculo de Pedro Roldán, que se ha integrado en el imaginario devocional popular. Este sentido religioso se intensifica durante la Semana Santa, cuando el Postigo se convierte en un enclave estratégico del itinerario procesional.

El Postigo del Aceite mantuvo durante siglos una intensa actividad comercial. En el siglo XIX, su entorno albergó uno de los mercados más animados de Sevilla, frecuentado por viajeros y retratado en numerosas fotografías y obras artísticas, como las de Laurent, Levy, Underwood y el pintor Joaquín Turina. Esta actividad comercial, desaparecida en la actualidad, fue trasladada en 1926 al nuevo edificio de la Lonja del Postigo, obra de Juan Talavera y Heredia.