Washington IRVING




WASHINGTON IRVING
(1783 – 1859)
Callejón del Agua nº 2
Una placa en bronce realizada por el escultor Mariano Benlliure en la fachada de la casa que fuera Residencia para Estudiantes Americanos, inaugurada en 1925, recuerda tanto la estancia en Sevilla como el amor a España del que ha sido considerado como el primer hispanista norteamericano.
Washington Irving fue el menor de los once hijos de una familia británica de emigrantes instalada en la colonia inglesa de Nueva York desde antes de la Revolución de las Trece Colonias. Su padre llegó a convertirse en un acaudalado comerciante y Washington creció y se educó en un ambiente social distinguido.
Estudió derecho, e incluso llegó a trabajar como auxiliar en algún bufete, pero sus aficiones desde la infancia fueron la literatura, la historia y los viajes. Fue enviado a Europa en 1815 para intentar recomponer, sin éxito, los maltrechos negocios familiares y no regresó hasta diecisiete años después: 1832. Estuvo viajando por diversos países y en Inglaterra tuvo ocasión de conocer a Walter Scott que ejercería una especial influencia en su futura carrera literaria.
En su actividad diplomática ocupó el puesto de Agregado a la Embajada de los Estados Unidos en Madrid (1826-1829) el de Secretario del Embajador en Londres (1830-1832) y sobre todo el de Embajador en España de 1842 a 1846.
Como escritor cultivó la biografía, el cuento, la novela de aventuras, los relatos cortos, la biografía histórica e incluso la parodia. Su estilo sencillo y coloquial en sus primeras obras contrasta con el más elaborado de su madurez lo que divide a la crítica de su país, considerándolo unos como embajador de las letras americanas en el Viejo Mundo mientras que otros le acusaron de escribir para los ingleses.
Durante su primera estancia en España realizó un viaje por Andalucía entre Marzo de 1828 y Julio de 1829 deteniéndose en Sevilla durante un año (Abril1828 / Abril 1829), desde donde hizo algunos viajes esporádicos a otros lugares de Huelva y Cádiz.
Su estancia en la ciudad está ampliamente documentada y publicada, llegó en barco procedente de Cádiz y trabajó intensamente tanto en la Biblioteca Colombina como en el Archivo de Indias. Gran parte de su obra sobre temas hispánicos está escrita en Sevilla.
En compañía de amigos británicos conoció la ciudad y sus alrededores, sus costumbres, sus tesoros artísticos, especialmente impresionado por la catedral y por la pintura de Murillo, pero no a su gente: transcurridos tres meses desde su llegada confiesa que “no conozco nada de sus habitantes, pues no me he mezclado con ellos”. Sin embargo asistía a las corridas de toros, al teatro y a la ópera, donde conoció a Cecilia Böhl de Faber “Fernán Caballero” con la que trabó amistad e intercambiaron experiencias literarias, tan cercanos ambos por su afición al costumbrismo y a la literatura popular.
El 28 de Abril de 1829 abandona Sevilla y en cinco etapas a caballo llega a Granada, donde permanecería hasta Julio de 1829 que deja la ciudad para incorporarse de a la Embajada de su país en Londres.
 
Referencias bibliográficas:
—WASHINGTON IRVING EN SEVILLA, 1828-1829. José de la Peña Cámara. Minerva Baeticae. 1987.
—LOS CAMINOS DE WASHINGTON IRVING POR ANDALUCÍA. Antonio Garnica Silva. Universidad Internacional de Andalucía. 2015.
—WASHINGTON IRVING EN SEVILLA: LOS WETHERELL Y LA CASA DE LA CERA. Ezequiel Gómez Murga. Universidad Internacional de Andalucía. 2015.
 
Enlaces relacionados:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/i/irving.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Washington_Irving
https://www.turismosevilla.org/es/que-ver-y-hacer/plans-recommandes/ruta-de-washington-irving

  

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