La saga de los CROMBERGER

La saga de los CROMBERGER
(s.XV - XVI)
Calle Pajaritos nº 7
 
Jacobo (Jácome) Cromberger, tipógrafo alemán llegado a Sevilla en los últimos años del siglo XV encabezó una familia de impresores que dominó el mercado editorial de España en la primera mitad del siglo XVI y estableció el primer taller de imprenta en América.
La familia se asentó en esta calle que tuvo variada nomenclatura. Se conoció por Melgarejos en el siglo XV, por "la calle que va al imprimidor" a finales del XVI, como de la Imprenta en los inicios del XVII y Pajaritos a mediados del mismo siglo, nombre con el que continuaría hasta 1918 que se cambió por Montes Sierra. En 1938 recuperó su actual denominación.

JACOBO (Jácome) CROMBERGER  1473-1528
Alemán nacido en Nuremberg, donde aprendió el oficio. Llegó a Sevilla a finales del siglo XV y comenzó a trabajar con uno de los más importantes talleres de imprenta de la ciudad perteneciente a Meinardo Ungut y Lanzalao Polono. Ungut falleció al poco tiempo y Jacobo se casó con su viuda, Comincia Blanquis. En 1504 ya era Jacobo el único dueño del negocio, que años más tarde, en 1511, trasladaría a una casa situada en el lugar donde figura la placa.
Sus buenas relaciones y el conocimiento de su oficio hicieron que su producción editorial fuese tan numerosa como diversa y se vendieran su libros en toda la península ibérica.
Supo gestionar bien los beneficios del taller, que invirtió en casas, terrenos de labor, esclavos y comercio con América, participando en la Carrera de Indias con naves propias. Tanto le ocupó este negocio y tal fue su rentabilidad que en 1925 dejó el taller a su hijo Juan y se retiró del mundo editorial, si bien publicó esporádicamente alguna obra.
Falleció en Sevilla en 1528, dejando un importante patrimonio a sus herederos.
 
JUAN CROMBERGER  ¿?-1540
Continuó con el taller de imprenta heredado de su padre, reafirmó su liderazgo entre los impresores sevillanos e incrementó notablemente su producción de libros en castellano en detrimento de las ediciones en latín cuya venta había descendido. Sin embargo su principal negocio lo constituyó el comercio transatlántico de mercaderías con Nueva España, Tierra Firme y el Perú.
Juan de Zumárraga, primer obispo de México, bibliófilo y amigo de la familia, le ofreció la posibilidad de establecer un taller de imprenta en la capital del virreinato, prometiéndole sustanciosas prebendas en lo concerniente al monopolio de impresión y exportación de libros.
Tras algunos años Juan accedió a la petición del obispo, estimulado más por los beneficios que tal consentimiento pudiera reportarle en sus negocios de comercio y minería que por el hecho de establecer la primera imprenta en el Nuevo Mundo.
En 1539 seleccionó un pequeño grupo de trabajo al frente del cual puso a Giovanni Paoli, un italiano afincado en Sevilla y conocido como Juan Pablos. Con una prensa, enseres y los materiales imprescindibles para poder imprimir montaron el taller en una casa que a tal efecto tenía preparada el obispo Zumárraga y comenzaron la actividad editorial respetando escrupulosamente las cláusulas del contrato, entre las que figuraba: "que en fin de cada libro se ponga que fue impreso en la ciudad de México en casa de Juan Cromberger".
La familia Cromberger nunca mostró gran interés por este proyecto americano y en 1548, ya fallecido Juan, la imprenta pasó a ser propiedad de Juan Pablos.
 
JACOBO (Jácome)  CROMBERGER ¿?-1560
Hijo de Juan Cromberger y tercer miembro de la saga. Cuando falleció su padre era demasiado joven para hacerse cargo del taller y fue su madre, Brígida Maldonado, hija de un librero de Salamanca y tipógrafa de profesión quien, además de ocuparse de sus nueve hijos, regentó la imprenta durante cinco años con gran acierto.
Jácome se responsabilizó del taller en 1545 y pronto demostró que no poseía las cualidades necesarias para mantener el nivel de calidad alcanzado por sus antecesores. Sus ediciones originales fueron escasas y dedicó la mayor parte de su producción a reimpresiones. La cantidad de títulos impresos en sus talleres que figuraron en el Índice de Libros Prohibidos por la Inquisición redujo las ventas y generó una grave situación económica que no supo gestionar.
La sucursal de Méjico fue prácticamente desatendida y perdida en 1548.
Dejó la imprenta en 1550, en pocos años dilapidó su patrimonio y en 1559 se embarcó para las Indias donde el año siguiente encontró la muerte.
Jácome fue el último eslabón de esta dinastía. Sus hijos y sobrinos se dedicaron a otros oficios y profesiones dejando de lado la imprenta que, con diferentes propietarios, continuó su existencia en el mismo lugar durante bastante tiempo.
 
Referencias bibliográficas:
- LA IMPRENTA EN SEVILLA. Joaquín Hazañas y la Rúa. Diputación Provincial de Sevilla. 1945
-LOS CROMBERGER: LA HISTORIA DE UNA IMPRENTA DEL SIGLO XVI EN SEVILLA Y MÉJICO. Clive Griffin. Instituto de Cooperación Iberoamericana. Madrid 1991
-LA IMPRENTA DE JUAN PABLOS EN LA NUEVA ESPAÑA. Elías Guerrero Nolasco. Universidad Nacional Autónoma de México. 2012
-DICCIONARIO HISTÓRICO DE LAS CALLES DE SEVILLA. Ayuntamiento de Sevilla. Ayuntamiento de Sevilla. 1993
 
Enlaces relacionados:
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